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RESEÑA:

Dicen, que se tienen que dar las gracias una vez se reciban favores.

¡Gracias por irte!

Ahora bien, ojalá fuera del todo cierto lo dicho dos líneas arriba. Pues muy pocos saben lo que duele tener las mismas ganas de decir, no vuelvas, que de decir no vuelvas a irte, lo difícil que es, no poder dejar de llenar con vicios los vacíos, (como si fingir estar perfecto), fuera la mejor coraza para los cobardes.

Sé que las heridas duelen, pero también sé, que duelen mucho más si se les pone sal, y que rascar la costra de una herida que no sana, desde luego, no es más que formar una nueva.

Y es por ello, que de la misma forma que uno rompe el vaso, debería romper con él el silencio… seguido de un (yo puedo)… Yo puedo deshacerme de los fantasmas del pasado.

Y me pregunto, qué tan sinceras serán las lágrimas de la despedida, de quien se ha marchado sin previo aviso.

¿Tú qué crees?

AUTOR:

Hasnae Mesbahi Mesbahi, nació en el año 2000 y vive en un municipio del País Valenciano. Actualmente está cursando el Grado en Derecho, y su intención es acceder a la abogacía en un futuro.

Gran apasionada tanto de la lectura como de la escritura desde que era una niña, se estrena en el mundo literario con este poemario titulado “Secantes entre el exilio y el consuelo”.

En el 2017, ganó el primer premio de poesía en los “XV Premios Literarios Vicent Andrés Estellés, de la Ribera”, algo que ella recuerda como “ocurre aquello que menos te esperas”. Y por segundo año consecutivo, una mención especial en el mismo premio; hecho que la motivó a seguir escribiendo.

Considera que la aprobación de los otros no debería preocuparnos nunca, porqué nadie nos va a conocer del todo, puesto que aunque no lo parezca, hay mucha diferencia entre ser un “trocito de pan”, y ser “una tostada con mermelada de fresa”.